Si bien el café regular contiene cafeína, existen métodos para eliminar parte de ella sin sacrificar el sabor y el aroma característicos de esta popular bebida. En este artículo, exploraremos 3 métodos comunes de eliminación de cafeína del café, que permiten disfrutar de una taza sin preocupaciones.
Método del solvente: El método del solvente es uno de los enfoques más comunes para eliminar la cafeína del café. En este proceso, los granos de café se remojan en un solvente, como el acetato de etilo o el cloruro de metileno, que extrae la cafeína. Luego, los granos se lavan para eliminar los residuos del solvente y se secan nuevamente. Este método se utiliza ampliamente en la industria y permite eliminar hasta el 97% de la cafeína del café.
Método de agua: El método de agua, también conocido como proceso Swiss Water, es una opción más natural para eliminar la cafeína del café. En este proceso, los granos de café se sumergen en agua caliente para extraer la cafeína y los compuestos de sabor. Luego, el agua se filtra a través de un filtro de carbón activado, que captura la cafeína pero permite que los compuestos de sabor vuelvan a entrar en el café. Este proceso se repite varias veces hasta que los granos estén casi libres de cafeína. Aunque este método es más costoso y requiere más tiempo, es apreciado por aquellos que prefieren un enfoque más natural para la eliminación de la cafeína.
Método de dióxido de carbono: El método de dióxido de carbono, es otro método utilizado para eliminar la cafeína del café. En este proceso, los granos de café se colocan en un recipiente sellado y se expone a dióxido de carbono a alta presión y temperatura. El CO2 actúa como solvente natural y extrae la cafeína de los granos. Luego, el dióxido de carbono se elimina, dejando los granos casi libres de cafeína. Este método es valorado por su capacidad para preservar el sabor original del café y se considera seguro y respetuoso con el medio ambiente.
Cada método tiene sus ventajas y consideraciones, por lo que es importante conocer los detalles de cada proceso y elegir el que mejor se adapte a tus preferencias. Así podrás disfrutar de una taza de café descafeinado sin sacrificar el sabor y aroma que tanto te gustan. ¡Salud!
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