El café es una bebida versátil que puede adaptarse a diferentes preparaciones y estilos. Una de las opciones más refrescantes para los amantes del café es el café frío. Esta bebida deliciosa y energizante es perfecta para los días calurosos.
Al prepararlo en frío, los sabores del café se intensifican y se obtiene una bebida suave, sin perder su característico aroma y sabor. Es una opción ideal para l@s que prefieren evitar la acidez del café caliente, ya que el proceso de preparación en frío minimiza esta característica.
Ingredientes:
1/4 taza de café molido (preferiblemente de tostado medio)
1 taza de agua fría
Hielo al gusto
Opcional: leche, jarabe de vainilla o endulzante al gusto
Instrucciones:
En un recipiente o jarra, mezcla el café molido con el agua fría. Remueve suavemente para asegurarte de que todo el café esté humedecido.
Cubre la jarra y déjala reposar en el refrigerador durante al menos 12 horas (o toda la noche) para permitir que los sabores se infundan.
Pasado el tiempo de reposo, coloca un filtro de café o una gasa en un colador y cuela el café para separar los posos.
Llena un vaso con hielo y vierte el café filtrado sobre el hielo.
Si lo deseas, puedes agregar leche, jarabe de vainilla o endulzante al gusto.
Remueve bien para mezclar todos los ingredientes.
¡Disfruta de tu café frío casero de inmediato!
¡No dudes en experimentar y encontrar tu combinación perfecta!
Refréscate y disfruta de todo el sabor y el aroma del café frío en la comodidad de tu hogar.
¡Anímate a probarlo!
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